3 feb 2011

GANARAS EL PAN CON EL SUDOR DEL DE ENFRENTE O LA PERPETUACION DEL SOCIALISMO

GANARAS EL PAN CON EL SUDOR DEL DE ENFRENTE O LA PERPETUACION DEL SOCIALISMO.

Cuando durante 30 años un partido político gobierna en una región o en un país, ese partido político trata de perpetuarse aunque los resultados conseguidos no sean buenos.
Es lo que le ocurre al PSOE-A. La clientela en que se convierten sus votantes así se lo exige. La ideología o los objetivos conseguidos son lo de menos.

En Andalucía, que partía hace 30 años de una opresión política, se produjo, como en España, unos aires de libertad que en su momento fueron buenos pero que tras 30 años se ha convertido en otra opresión política, tan nociva como la anterior y con el nulo respeto a la individualidad de la persona, represalias y corrupción. Se trata de imponer el pensamiento único para poder seguir mandando. El sistema revestido de aires democráticos viciados quiere garantizar su persistencia, su perpetuidad, aún a costa de los ciudadanos que se convierten en meros sufridores del régimen, sobre todo los no adictos.
Y mientras en una dictadura la fuerza es la que garantiza esa perpetuación, en una democracia las maniobras son otras pero en ambos casos la soberbia, la prepotencia, el considerarse dueños del cortijo son la consecuencia de esa perpetuidad. Tanto en una dictadura como en una democracia viciada se crean muchos compromisos, con los dirigentes, con los afiliados o con la gente que se acercan al poder para sacar provecho personal sin importarle como quedan los demás. El partido se convierte en un juego de intereses para tratar de contentar a la multitud de personas que se acercan a su sombra, en una agencia de colocación o en un negocio.
Y aunque los datos demuestran que ese partido no haya hecho nada, el PSOE-A cogió a Andalucía en el penúltimo lugar de España, tras Extremadura, y así continúa, el negocio en que se ha convertido le obliga a usar maniobras o tácticas para poder seguir mandando. Y es aquí dónde surgen los problemas pues deben emplearse actuaciones muy negativas. Se comienza tratando de adoctrinar, en las escuelas, a los menores, en una visión de la vida nada plural ni nada crítica con lo existente, sino en una Educación para la Ciudadanía que no pongan en cuestión los valores inmutables que conducen al socialismo. El progreso, la prosperidad, el esfuerzo, la autoridad o la individualidad de la persona no son valores a destacar.
Cuando estos niños crecen y se convierten en jóvenes adultos, continúa el adoctrinamiento pero con el agravante que ya se ha perdido el sentido crítico en la infancia. Este nuevo adoctrinamiento, donde la crítica ha sido yugulada en la infancia, quiere hacer ver como normal situaciones anormales: el poco valor que se le da a la vida, abortos o eutanasia, ya sean en niñas de 16 años o en ancianos de 80, la supuesta libertad religiosa que favorece a otra religiones frente a la tradicional, el eliminar a la familia como núcleo central de la sociedad procurando enfrentar a los hijos con sus padres o con sus profesores…., todo ello maquillado con eufemismos tales como “ ley de salud sexual y reproductiva,” “ la muerte digna” …etc. Así niñas de 16 años que abortan, que se les resuelve el problema que supone un embarazo precoz , suponen un cliente de por vida del régimen. La Escuela o la Universidad se convierten en un elemento donde el que destaca es mal visto, el que estudia se encuentra aislado o las faltas de respeto se resuelven con negociación entre el alumno, el profesor y la “autoridad” educativa, poniendo en el mismo nivel a ambos. La consecuencia es el fracaso escolar, que a su vez perpetúa al régimen por la falta de espíritu crítico, falta de ilusión, todos iguales, no se premia el esfuerzo, al que destaca termina por hundirlo la envidia de los otros, los hace igual a ellos y termina hundiendo al conjunto.

Una vez inutilizada la persona en su espíritu crítico y emprendedor, llega el paro, otra circunstancia que hace dependiente a las personas y que las llevan a conformarse con las migajas, por lo menos poder comer. Y esa dependencia psicológica y económica le hacer creer que está mas protegido, cual abeja en su panal, a pesar de que la miel la comen otros, le impide actuar y se refugian en lo que creen que lo van a defender mejor. Ya no se necesita un puesto de trabajo sino una subvención.

En resumen, la persona pierde su individualidad, en aras de una mal entendida colectividad, pierde su capacidad crítica e incluso intelectual y llega a su dependencia, caldo de cultivo del socialismo. Y es muy difícil salir de esta situación, el aborregamiento impide que la gente pueda comportarse de forma diferente.

La perpetuación del régimen socialista se sustenta en:
1.Adoctrinamiento
2.Falta de espíritu critico
3.Dependencia de los demás.

Es una plaga endémica que se contagia y todos los ciudadanos terminan pobres, tanto económica como intelectualmente, sin ilusión, sin prosperidad y dependientes totalmente del Estado, que al final se termina hundiendo. Son los casos de la URSS o de Cuba.

Ya lo decía la Biblia: “ganarás el pan con el sudor de tu frente” que la biblia socialista ha transformado en “ganarás el pan con el sudor del de enfrente”.

Lo malo es que ya enfrente cada vez hay menos gente con ganas de sudar para otros, no por falta de solidaridad sino porque la plaga socialista termina también hundiendo a los que sudaban.

Rafael Perea Carrasco
Opinión personal

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