LA FACTURA SOMBRA Y LA ALARGADA SOMBRA DE ESTAS FACTURAS
Hace unos días se ha presentado en Andalucía por parte de la Consejera de Sanidad Dª Mª Jesús Montero el proyecto denominado “ Factura sombra” que supuestamente consiste en informar a los ciudadanos sobre el coste de los servicios sanitarios. De tal forma que cuando un enfermo utilice un servicio hospitalario se le va a dar a conocer el coste aproximado que esto ha supuesto.
Inocentemente o visto por encima, esta medida parece que no está mal pues perseguiría que el ciudadano se conciencie de que la sanidad no es gratis y que en consecuencia se utilice responsablemente. Esto es lo que se ve, lo que se dice por parte de las autoridades sanitarias, y lo que parece pretender.
Pero lo que no se ve, lo que no se dice y en realidad es lo que se pretende, es que el enfermo después de su paso por el hospital, lo que va a recibir es un documento perverso, que en primer lugar le va a indicar lo mucho que se ha gastado y que no ha tenido que pagar. Muchos miles de euros que se le han “regalado( mira-lo-que-te-hemos-regalado) ¡Vamos que se lo ha regalado el PSOE!. Muchos miles de euros que probablemente, y mas con la crisis actual, ese ciudadano no podría pagar de su bolsillo, pero también muchos miles de euros que ya ha abonado durante sus largos años de cotización y de impuestos. Al igual que cuando pagamos nuestros impuestos la Junta de Andalucía no nos envía una ”factura sombra”, para que tengamos constancia de lo mucho que pagamos( iva de todos los artículos, IRPF, sucesiones, gasolina, tabaco…etc) cuando tengamos necesidad de hacer uso de la sanidad tampoco debiera enviarnos una “factura sombra” diciéndonos lo mucho que gastamos, sobretodo porque a los hospitales no va nadie por gusto sino por necesidad.
En resumen la factura sombra es una amenaza para el que la recibe y que usada de manera incorrecta, como veremos mas adelante, puede ser una forma de “fidelizar” o “hacer cautivo” un voto o de disuadir a votar a otros partidos. Algo parecido a lo ocurrido con las pensiones, cuando el PSOE se dedicó a decir que si ganaba el PP las elecciones, las pensiones desaparecerían. Ya está bien de decir mentiras, meter miedos, recelos, del doberman.
Lo que tampoco se dice es que la efectividad de las facturas sombras no están ni mucho menos demostrada. Multitud de economistas de la salud no han podido demostrar el éxito de esta medida. Y así por ejemplo el vicepresidente de la Asociación de Economistas para la salud, D. Juan Oliva, opina que entre el planteamiento teórico y la obtención de los resultados esperados “ hay un margen amplio que todavía está por demostrar”. De la misma opinión es el economista de la Universidad Pompeu Fabra, D. David Casado, quien indica que “es necesario realizar ensayos que comprueben la eficacia de la factura sombra y que mientras que no los haya no debería ser aplicada” . Y como estos dos economistas se manifiestan muchos mas.
Por consiguiente el objetivo que se persigue por la Consejería de Salud, que conoce sobradamente estas opiniones, no es el que se anuncia. El objetivo es obviamente el que hemos denunciado en el párrafo anterior, es decir un objetivo político que trataría de “fidelizar” o “hacer cautivo”, por decirlo suavemente, el voto. O asustar a personas que suelen ser mayores y a que esas alturas de la vida aplicaría el dicho “ virgencita que me quede como estoy”, es decir que me siga gobernando el PSOE, que me “regala” los cuidados sanitarios. Bastaría con difundir un rumor falso, en las próximas elecciones autonómicas, de que el Partido Popular u otro podría a privatizar la sanidad, para que esas cientos de miles de facturas sombras que ya se habrán emitido puedan tener un efecto muy negativo y muy contraproducente para los intereses del Partido Popular y de la democracia en general , porque es otra nueva forma de manipular al ciudadano, cautivar su voto y quitarle su libertad. Y por eso, como conocedor de la sanidad andaluza, de sus triquiñuelas, falacias y sobretodo como ciudadano es por lo que no se puede permitir que se engañen a las personas o se les asuste, porque en esto, señores, no consiste una democracia.
Abundando en el supuesto efecto u objetivo perseguido por la factura sombra y manifestado por nuestra consejera de sanidad, es decir el concienciar a los ciudadanos de que la sanidad no es gratis, también puede ser fácilmente desmontado. Dice Dª Mª Jesús Montero, textualmente lo siguiente: "La 'factura sombra' nos permitirá dar a conocer a los propios ciudadanos el coste aproximado, nunca real, que tiene su paso por los centros sanitarios, como son las estancias hospitalarias", señaló.
Suponiendo que un ciudadano se pueda concienciar de lo costosa que es la sanidad, lo que no está en su mano es que acuda a un servicio de Urgencias y un médico especialista decida que ingrese en planta, porque los criterios de ingreso de un enfermo no los toma el enfermo sino el médico. Salvo que por estar muy concienciado, un médico le indique que debe ingresar y el enfermo diga que no, para ahorrar….. ¿ A quien se quiere engañar señores políticos del PSOE?
Luego si el enfermo no es el que decide su ingreso hospitalario ¿como puede servirle el estar mas o menos concienciado del gasto?
Pero es que además con estas facturas sombras se entra en contradicción con la actuación realizada sobre los medicamentos, consistente en eliminar del envase los precios de referencia pues al parecer el conocimiento por parte del enfermo del precio de los medicamentos inducían a estos a querer que los médicos les prescribiese los mas caros y además incluso por el efecto placebo manifestaban que los mas caro les iba mejor. Por tanto ojo con las facturas sombras.
Si lo que se pretende realmente es concienciar a los ciudadanos del coste de los servicios sanitarios hay muchas formas mucho mas sencillas, mas baratas y que no meten miedo o asustan, que es lo realmente perseguido, tal cual es por ejemplo difundir en los medios de comunicación el coste de los distintos procesos y así por ejemplo se conoce y conoce perfectamente el SAS como una intervención de una apendicitis puede rondar los 1500- 2000 euros. Y como esto, en todas las patologías se conoce aproximadamente su coste y se podría transmitir en los medios de comunicación, con lo que los ciudadanos estarían al tanto de los costes sanitarios.
Y para terminar, la emisión de esas facturas sombras ¿ cuanto va a costar al SAS y por tanto a los ciudadanos? ¿ O es que como siempre se pretende que con la misma plantilla de administrativos se realicen esas facturas , que van a ser muchas, sobrecargando los ya muy sobrecargados servicios?
Rafael Perea Carrasco
Secretario Junta Local Partido Popular de Riotinto
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